[Traducción: Inglés | Francés | Italiano]
Apreciados lectores, esperamos usted haya sido bendecido con esta serie de ADN de la Iglesia. Para concluir la misma, abordaremos uno de los temas que lo encierra todo: el Espíritu Santo.
El último deseo del Señor fue la construcción de una Iglesia que abrazara el Espíritu Santo. Cuando estamos sin el Santo Espíritu en la Iglesia, tenemos como una especie de “cojera” como cristianos. Sin Él, existimos por el simple hecho de existir. Por lo tanto, ¿quién es el Espíritu Santo realmente?
Clave # 1- Es la tercera persona de la Trinidad
El Espíritu Santo es nombrada la tercera persona de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Aunque son tres personas distintas, son uno. El Espíritu Santo no es menor que el Padre y el Hijo; de hecho, se muestra el Espíritu Santo en completa acción en el libro de Génesis.
El Espíritu Santo es Dios viviendo dentro de nosotros. Eso significa que el Espíritu Santo es una persona – no es una fuerza impersonal o un instrumento empleado por Dios. Es una persona – no es una energía o fuerza.
Clave # 2- Es un regalo para el creyente
Como creyentes, nos fue dado libremente el Espíritu Santo, en el momento en que aceptamos a Jesús, como el Señor de nuestras vidas. Usted se convierte en un cristiano cuando libremente le pide a Jesús que entre en su corazón; entonces, se convierte en un hijo de Dios y templo del Espíritu Santo.
La Escritura nos dice en Lucas 11:11, “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” De hecho, el Espíritu Santo es un regalo dado a los que obedecen a Jesús, “y nosotros somos testigos de estas cosas, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen.” (Hechos 5: 5)
Clave # 3- Es el “ayudador” por excelencia
Su papel es el de ser un “ayudante”, un “abogado” o un “consejero”. Juan 14:26, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho”.
Uno de los aspectos más bellos sobre el cristianismo es asumir que nosotros, como seres humanos, no tenemos la capacidad de vivir con justicia por nuestras propias fuerzas. Mientras, todas las demás religiones se centran en obras y buenas acciones para poder entrar al cielo.
La Biblia nos dice que no hay ser humano perfecto y sin pecado. Independientemente de que Jesús vino y murió y dio a luz nuestro castigo. Él nos ha librado de las cadenas del pecado.
El hecho de que hemos sido librados del pecado, no significa que podemos vivir conforme a nuestros placeres. Más bien, debemos vivir para agradar al Padre.
El cristianismo no es una religión, es una relación con el Dios vivo. (Tweet)
Clave # 4- Nos lleva a Jesús
Una de las razones por las cuales el enemigo aborrece el Espíritu Santo es porque nos lleva a Jesús. No hablamos de que el Espíritu Santo nos aleje de Jesús.
El Espíritu Santo nos ayuda a adorar de la forma en que deberíamos. Sólo podemos adorar a través del Espíritu Santo – porque sólo a través de Él podemos ver a Jesús.
Clave # 5- Garantiza nuestra salvación
No son nuestras acciones, es el Espíritu Santo dentro de nosotros quien garantiza nuestra salvación, nuestra vida futura y eterna. “En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (Efesios 1: 13-14).
Clave # 6- Da facultades a la Iglesia
El Espíritu Santo faculta a su novia (la Iglesia) a testificar a otros acerca de la verdad de Jesucristo.
No podemos testificar sin Él, “pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).
Es el Espíritu Santo quien te autoriza a hacer lo sobrenatural y te unge para entrar en tu destino. [Tweet]
Clave # 7- Obra en la Tierra
Si usted no entiende esto, no será capaz de vivir su vida cristiana a plenitud. Jesús no hizo nada sin la ayuda del Espíritu Santo.
Dios está buscando personas que confíen en el Espíritu Santo para tocarlos y ser testigos de este mundo en decadencia.
¿Cómo podemos ser anfitriones en el cielo?
Jesús le respondió: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él.” (Juan 14:23)
¿Sabe usted que es posible que el Señor viva de manera tangible en su casa?
Esto significa que su casa puede ser como Bethel, y puede llevar la gloria de Dios.
Esforcémonos para crear una atmósfera en el hogar de manera que el Espíritu Santo pueda morar en él.
¡Abran sus corazones para abrazar hoy al Espíritu Santo en nosotros! Declare sobre usted mismo: ¡Voy a acoger el Espíritu Santo en esta generación!