La Iglesia que moldea la gracia sobre el juicio: #ADN Parte 5

Shyju Mathew

"Experience the Word of God, in the power of the Spirit."

March 16, 2016

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[Traducción: Inglés | Francés | Italiano]

A menudo parece que hay una clara delimitación entre quien es aceptable en la Iglesia y quién no. Es de naturaleza humana señalar con el dedo, y decir: “son pecadores y eso les hace malvados”. Pero, ¿Nos juzgó Jesús a nosotros e insistió en que juzgáramos a los demás?

La clave para entender la enseñanza de Jesús respecto al juicio es mirar la condición de nuestro propio corazón.

1. Apariencia correcta.

Una de las razones para juzgar a la gente es que nos casamos ​​con “la apariencia correcta”, en lugar de hacer juicios adecuados acerca de lo correcto y de lo incorrecto. Nuestra apariencia en la Iglesia puede lucir bien, hacemos lo correcto, podemos estar muy pulidos por fuera, nos vestimos correctamente, tenemos buenos modales, podemos citar la Biblia de memoria… ciertamente, se convierte en un show de lo que nuestros estándares humanos consideran correcto; pero se ignora el corazón del creyente. Y esto nos lleva a una doble vida.

Dios está mucho más interesado en la condición de tu corazón, que en tu apariencia correcta, o en lo que haces o dices.

Acérquese a Jesús, y el poder del Espíritu Santo dentro de usted, llevará su corazón a hacer lo correcto.

2. El celo no tratado.

La crítica en la Iglesia a menudo se origina por los celos ocultos entre los miembros. Estos celos muestran que todavía estamos siendo controlados por nuestros propios deseos.

Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres?  (1 Corintios 3: 3).

Si luchas contra las personas, llegas a ser como ellas. Si enfocas tu atención en las personas, sólo alientas más el pecado de críticas y de celos. En lo profundo del corazón de quien te critica, está el anhelo de ser amado. Dios expondrá los corazones celosos y los llenará de su amor. Su amor no nos permitirá condenar, ni desgarrar a ninguna persona.

Enfócate en amar a los que te critiquen, como lo hacía Jesús.

3. La falta de perdón.

Jesús dijo que debemos perdonar a los demás, como esperamos ser perdonados por nuestro Padre Celestial.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial. (Mateo 6:14).

Aquellos que son perdonados, deben perdonar a los demás.

Pero ¿qué pasa con las personas que son incapaces de perdonarse a sí mismas? El no perdonarte a ti mismo los pecados pasados es una forma de orgullo. El orgullo ciega la necesidad de misericordia para nosotros mismos.

Pídele a Dios que te ayude a eliminar la falta de perdón en tu corazón.

4. La justicia propia.

Satanás ciega a las personas con “espíritu de orgullo”. Les hace creer que tienen razón en un tema, que son justos en sí mismos.

Somos rápidos para condenar a los fornicarios. Al condenarlos a ellos, logramos sentir algún tipo de superioridad. Sin embargo, todos somos sostenidos por la gracia de Dios.

La Biblia no es para juzgar, sino para observarnos en un espejo donde estamos.

5. No hemos amado como Jesús amó.

El amor cubre multitud de pecados. Si el amor no ve más que el bien en los demás, entonces el amor no acusa. Jesús nos ama al punto de pasar por alto nuestros pecados y Él insiste en que hagamos lo mismo con los demás. Jesús invirtió su tiempo en ganar a un pecador, Zaqueo. (Lucas 19: 1-9).

Cuando los pecadores ven amor en ti, entonces ven a Jesús. En lugar de decirle a la gente lo que está mal con ellos, testifica lo que Jesús ha hecho por ti. Eso les dará esperanzas.

¿Cómo tratamos los desacuerdos?

La respuesta la encontramos en Romanos 14: 7-9.

“En cuanto al que es débil en la fe, dale la bienvenida, pero no para juzgar sus opiniones. Una persona cree que puede comer de todo, pero el que es débil, come solo legumbres. No deje que el que come, menosprecie al que no come; y no deje que la persona que se abstiene, emita juicio al que come, porque Dios le ha dado la bienvenida. ¿Quién eres tú entonces para juzgar al criado de otro? Delante de su propio señor se mantiene en pie o cae. Y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro, juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que guarda cierto día, lo hace en honor del Señor. El que come, come en honor del Señor, pues da gracias a Dios; mientras que el que no come, se abstiene en honor del Señor, y da gracias a Dios.Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.  Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.  Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. ” (Romanos 14: 7-9).

1) Vs 3b “porque Dios le ha dado la bienvenida.” El verdadero significado de ser cristiano es la justificación por la fe. Dios ha justificado a tus hermanos y hermanas en Cristo por la fe. Se paran justo y aceptado por Dios.

2) Vs 4a “¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Es delante de su propio señor que está en pie o cae” Así que esta segunda gran verdad es que tu hermano dará cuenta de su vida delante de su propio Señor.

El juicio está por llegar. Mejor tenga cuidado de usted mismo.

3) En el versículo 4b Pablo expresa su firme opinión de la perseverancia de los santos y de los santos imperfectos “Y él se mantendrá en pie, porque el Señor es capaz de hacerle estar firme”

Dios nos sostendrá y nos hará estar firmes en el último día: “Y aquel que es poderoso para guardarnos sin caída, y presentaros sin mancha delante de la presencia de su gloria con gran regocijo”.

4) En el versículo 5c Pablo expresa: “Cada uno esté plenamente convencido en su propia opinión”

No debemos condenar a los demás ni a nosotros mismos.

¿Estamos utilizando la sabiduría que nos ha sido dada?

Las escrituras están relacionadas en su contexto. En 1Cor 5: 12-13, leemos lo siguiente: “Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?  Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros”

Recuerde Gálatas 6: 1Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restáurese en un espíritu de mansedumbre considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado

En Mateo 7: 5 está escrito: “Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”

Use el discernimiento espiritual. Debemos usar el discernimiento espiritual. ¿Es esta mi tarea para corregir un hermano o hermana en Cristo? ¿Hay más problemas de los que se ven en la superficie?

 ¿Está espiritualmente preparado para hacerlo? A menudo, dentro de la Iglesia, los dedos están apuntando a los demás. ¿Los has amado primero? ¿Les has dado esperanza de que todavía sean amados y aceptados?

La Biblia dice: ” Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;  y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. ” (Isaías 58: 9b-10)

bowing-in-prayerEsta es mi oración por usted hoy:

Que tu corazón se llene con el Amor de Dios. Deja que los pecadores vean la luz de Jesús en ti y su gracia los transformará.

Que Dios te use para llevar una persona a la salvación en el día