[Traducción: Inglés]
En este post continuamos nuestro viaje con Francesco a través de diferentes patrones de búsqueda de aprobación; todos con el fin de ir en pos de la sabiduría, de la verdad y del descubrimiento.
Estos han sido los post anteriores:
Hoy les proponemos un nuevo personaje:
El portador de información.
Este personaje y el espía o fisgón están vitalmente unidos. Una vez que una persona tiene determinada información sobre alguien o ha escuchado algún secreto privado; tendrá los suficientes medios para juzgar a otro, con el único propósito de elevarse a sí mismo. Los secretos de otras personas son la moneda del chismoso y el combustible para una persona insegura.
Y entonces ¿Qué pasa si comparto el secreto de alguien?
Muchas veces las personas confían situaciones privadas a otros sobre determinados detalles de sus vidas y experiencias.
Cuando el receptor es una persona insegura sucede lo siguiente… esos secretos son expuestos al exterior, como el agua de un manantial, con el fin de obtener la aprobación de los demás.
Proverbios 12: 23 “El hombre prudente oculta su conocimiento, pero el corazón de los necios proclama su necedad (ESV)”.
Es insensible anunciar cosas que nadie más debe saber, secretos que pertenezcan a otra persona. Al tonto se le perdona, pero a veces esta situación, va mucho más lejos.
En Proverbio 11: 12 y 13, se establece una comparación entre una persona justa y una persona malvada:
“El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.
El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo. (ESV)”.
Una persona justa mantiene los secretos de otro, mantiene la boca cerrada, y escucha más de lo que habla. Mientras que un malvado desprecia sus vecinos, ofrece calumnias, y revela secretos.
¿Por qué compartir secretos ajenos? Porque estas personas necesitan ser deseables y aprobados por otras.
Por ejemplo:
– Ellos piensan que al revelar secretos, los demás pueden pensar que son individuos amigables que mantienen conexiones importantes con otros.
– Algunos piensan que al revelar el trauma de otra persona, se demuestra que se es sensible y preocupado.
– Y si lo que se revela pertenece a personas que poseen un estatus social alto, demostrará estar bien informado y ser una persona importante.
En última instancia, estas personas buscan el reconocimiento y la aprobación del oyente al revelar algo que nadie tiene el derecho de compartir. E incluso muchas veces se puede compartir con alguien, para una petición de oración; por lo que esta información ante Dios es un pecado.
DEFINICIÓN DE DESTINOS
Ellos piensan que, el revelar un secreto, no se convierten en chismosos; porque para ellos, no se está mintiendo, ni iniciando un rumor. Consideran poseer el dominio de una verdad oculta, que no constituye una difamación.
Lo que el portador de la noticia está haciendo, es hablar de otro, antes de que puedan definirlo a él mismo.
Los informantes desvirtúan a veces el destino de los demás y modifican las relaciones humanas. Se les está quitando la oportunidad de presentarse tal y cual es.
He aquí un ejemplo:
Digamos que una amiga, llamada Lucy, revela que ella solía trabajar en la pornografía antes de encontrar a Cristo y que está preocupada por el hecho de que sus videos estén todavía en línea. Se sabe que es información sensible, por lo que no quiere decirlo a nadie. Esa información pesa sobre ella y se lo dice a otro de sus amigos cercanos, con el único fin de desahogarse.
Mas adelante, se organiza una fiesta, donde ellos se encuentran. Lucy se presenta ante ese otro que llamaremos Leo, explica sus gustos, su celo por el Señor y habla de sus perspectivas de negocio. Sin embargo, Leo no será capaz de ver a Lucy plenamente en la forma en que ella se describe a sí misma. Leo no verá la transformación que ha tenido después de conocer a Cristo, simplemente por la información recibida.
Así que no importa cómo esta mujer elegante, divertida y temerosa de Dios se presente a sí misma; simplemente, Leo entiende de antemano, que ella solía ser una actriz de cine para adultos. Esto crea quizás una respuesta de simpatía como, “wow eres toda una vencedora” o una respuesta de juicio “Bueno, yo sé lo que hiciste, y buena suerte tratando de escapar de tu pasado con todos tus videos en línea”.
Leo tiene ya un dictamen de Lucy antes de que ella se presente. Sus destinos, sus posibles interacciones, ahora se ven afectados por un secreto confesado a quien no correspondía.
¿Y qué si hubieran sido una pareja perfecta; posiblemente, hasta terminar en matrimonio? Pero ahora Leo conociendo su carga, ni siquiera consideró la idea. Llegaron a conocerse cuando Dios quiso, en la forma y en el tiempo que Él quiso. Leo habría sido comprensivo con su pasado. Pero las palabras son poderosas y dan forma no sólo a nuestro destino, sino que también, pueden afectar el destino de los demás.
No todas las personas son comprensivas y ven todo y a todos a través de los ojos del Padre. Por lo tanto, es fundamental que aprendamos a contenernos y permitir que Dios trate con nuestro corazón. Cuando sea el momento adecuado, Él permitirá que surja la historia como testimonio para su gloria.
OBSERVE A QUIÉN REVELA SUS SECRETOS
Algunas personas cuentan sus cosas sin ningún tipo de malicia, ni intención; sin embargo, caen en la lengua de personas chismosas, como plantea Proverbios 20:19. “El que anda en chismes descubre el secreto;
No te entremetas, pues, con el suelto de lengua. “(RV, nueva revisión).
Si la gente oye que alguien está revelando secretos de los demás, pensará que hará lo mismo con ellos, dará lugar a la desconfianza, y limitará las futuras relaciones con los demás. Si se brinda constantemente a murmurar, la gente supondrá que es fuente de difamación. El acceso y las relaciones que tenía comenzarán a deteriorarse y el resultado final será más inseguro que cuando comenzó… y se quedará solo. El aislamiento es la mejor manera para que el enemigo te encuentre, por tanto no entre en sus planes, no revele secretos ajenos.
Proverbios 10:19 explica que “En las muchas palabras, no falta pecado, pero el que refrena sus labios es prudente (ESV).” Cuanto más permitamos que hable nuestra boca en nombre de la carne, nos abriremos al libertinaje. Ofendemos a los demás, rompemos la confianza, y ponemos en peligro no sólo la reputación de otras personas, sino también la nuestra.
La Palabra nos exhorta a refrenar nuestros labios, por tanto, hay que hablar con discernimiento. No arrojar información pensando que no habrá consecuencias futuras; sino pensar qué sucederá después de escuchar nuestras murmuraciones. Debemos meditar en las intenciones, no sólo en lo que decimos, sino en lo que callamos. Como se ha mencionado en los versículos anteriores, saber cuándo hay que estar en silencio es la clave para vivir una vida justa.
SER AMADO Y SER EJEMPLO
Una forma de combatir esa lengua habladora, es amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas; así como amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Cuando vemos a los demás como Dios los ve, automáticamente les damos valor. Los trataremos con integridad y entenderemos que a pesar de sus defectos y de sus debilidades no son solamente a la imagen de Dios… sino también amados por Él. Por otra parte, nadie desea que alguien cercano a nosotros comente nuestros secretos, sean oscuros o no. ¿Por qué habríamos de pensar que está bien hacerlo a los demás?
Dios es el único que conoce todas las áreas de nuestra vida, y el Espíritu Santo es nuestro Consolador. Él es un gran consejero porque Él hace lo que la mayoría de la gente no puede… Él realmente escucha.
Cuando se habla al Padre, y se exponen los pecados, pensamientos y afectos hacia Él; después se siente uno liberado para siempre. Uno comprende que es escuchado y amado a pesar de todo. A veces, eso es todo lo que alguien necesita, que otra persona escuche. Y ese es un lugar precioso y tierno para estar.
Si estamos llamados a ser imitadores de Dios seamos una presencia amorosa. Vamos a escuchar realmente, manteniendo los secretos de nuestros seres queridos en un lugar sagrado, porque nuestro Dios que todo lo sabe, entiende el poder de la confesión y también conoce la virtud del silencio.
DIVULGACIÓN DE DISCERNIMIENTO
En todas las cosas hay temporadas, lo que pudo haber sido un secreto en una temporada, puede ser de conocimiento general a la siguiente. Tampoco debemos ser una cámara de secretos. Usted también puede establecer límites y advertir a la gente de no comentar información a usted, si aún no está listo para guardar sus palabras.
Si las palabras están pesando sobre usted, busque la libertad de expresarlas delante de Dios. También se le ha puesto su pastor o líder en su Iglesia para que pueda ir ante él. No debe haber secretos guardados ante ellos y verán a través del Espíritu Santo, ayudándolos a tomar decisiones importantes. Dios ha designado pastores sobre sus ovejas, no sea reacio a hablar a ellos cuando necesite ayuda.
Espero que haya sido bendecido con estas reflexiones. No se olvide de suscribirse para leer nuestro último post de esta serie, “El imán de atención“