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En esta parte de la serie ADN de la Iglesia vamos a estar discutiendo un tema importante que tiene ¡el poder de traer el Cielo a la Tierra! El tema es: el Honor.
Cuando vives con el honor de la presencia de Dios en tu vida empiezas a escuchar Su voz y a permitirle que transforme tu vida. ¿Estás listo para recibir esta enseñanza con un corazón dispuesto?
¿Qué es el honor?
Esta palabra significa admiración, alabanza y alta estima.
El Honor se origina en nuestros corazones. Este se refiere a la importancia que le damos personalmente a alguien. Cuando honramos a Dios y le servimos, demostramos el gran respeto que le tenemos. Sin embargo, Dios desea el único honor que viene desde el fondo de nuestro corazón. El Señor dice: “este pueblo se acerca a mí con su boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí” (Isaías 29:13). Nosotros podemos darle el honor más alto cuando lo buscamos en todo lo que hacemos, cuando nos deleitamos en Él, y cuando tomamos las decisiones que reflejan su lugar en nuestro corazón.
Lo que el honor no es:
Muchos piensan equivocadamente que el honor es el respeto. El respeto se gana, se respeta a quien se lo ha ganado. El honor por el contrario no se gana. Se nos ordena honrar a nuestros padres y madres (Deuteronomio 5:16; Marcos 7:10), a los ancianos (Levítico 19:32) y a los que nos gobiernan (1 Pedro 2: 17).
¿Qué debemos hacer para honrar a Dios?
# 1. Honrar a Dios a través de los demás.
Cuando honramos a los hombres y mujeres de Dios, a quienes Dios puso en nuestras vidas, expresamos nuestro honor hacia Dios. La Biblia nos dice en 2 Reyes 2: 1-14 que Eliseo reconoció el regalo que le fue otorgado por el Señor, a través del Profeta Elías. Eliseo humildemente sirvió y honró a un hombre de Dios, Elías. Eliseo reconoció la mano de Dios en su vida. Debido a este genuino honor, el don de la profecía de Elías se transfirió a Eliseo también.
# 2. Honrar la Palabra de Dios atrae la atención del Padre.
La Biblia dice que en el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios (Juan 1: 1). El Señor mismo es la Palabra de Dios. Y sus ojos están sobre los que honran su Palabra: “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.” (Isaías 66: 2).
El Señor te amará cuando honres su Palabra. “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. (Juan 14: 21-23).
Honrar su Palabra te conduce a Su destino.
Dios sabe cómo conducir a los que honran su Palabra, a donde se supone que deban estar. Dios honra a quienes les dan a Él, todo el honor en primer lugar. La Biblia nos cuenta la historia de una mujer pobre, viuda en 1 Reyes 17: 8-16 quien honró al profeta Elías, como su líder espiritual, cumpliendo las instrucciones del Señor. De ahí en adelante, el Señor la honró a ella.
Cuando usted honra la Palabra de Dios, el Señor cambia la posición de su destino.
#3. Honrar su presencia atrae su honor.
“… A los que me honran honraré.” (1 Samuel 2:30)
Vemos en la vida de Josué que Él amó y honró la presencia de Dios. Era conocido como el que permaneció en su presencia. Dios lo honró porque Josué honró a su siervo Moisés. Números 27:18 nos dice que Josué fue escogido por Dios para guiar a los hijos de Israel.
“Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca”
El Honor viene del Padre a los Hijos.
Dios nos honra: Sus hijos y Su creación son honrados por Dios al enviar a su único Hijo a morir por nosotros. Mediante el envío de Jesús a morir por nosotros Él ha dado a conocer los tesoros del Cielo en la Tierra.
La única manera en que participamos en los tesoros celestiales en la Tierra es cuando el amor de Cristo vive en nuestro corazón. Quien tiene tesoros de los cielos en el corazón, honra a Dios y lo glorifica.
#4. Honrar la cruz.
Como creyentes conocemos la cruz, y conocemos a Jesús. Estamos salvados.
Entonces, ¿cómo honramos la cruz?
La honramos mediante el cumplimiento de todo lo que Jesús dijo. Tanto de nosotros hacia nuestros líderes, como de nosotros hacia Él. El Pastor Russel Evans (creador de Planet Shakers) dijo una vez que la fe es la moneda de los cielos y el honor de la cruz es lo que desbloquea los fondos ilimitados. Por lo tanto, ¡el honor desbloquea al Cielo!
Pasemos unos minutos de reflexión personal con Dios:
¿En qué situaciones dejó de mostrar honor a Dios?
¿Siempre expreso mi amor a Dios, honrando a los que están en autoridad?
Pide a Dios que te ayude a desarrollar la práctica de la honra, a honrar a quien realmente se deba honrar.