Por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación. Ahora que se llame a Daniel. – Daniel 5:12
Teniendo en cuenta este pasaje del libro de Daniel en el antiguo testamento, analicemos lo siguiente:
¿Alguna vez usted sostuvo una llave sin recordar qué puerta podría abrir? ¿O recordó un camino pero no sabía a dónde conducía?
La forma en que usamos el conocimiento es muy importante.
En la época del nacimiento de Jesús, los sabios del Oriente sabían que vendría un nuevo Rey y así lo comunicaron a Herodes. Sin embargo, esa maravillosa revelación fue interpretada de una forma completamente perversa por Herodes, el cual creó un decreto real para matar a cientos de bebés. Herodes entendió que este rey era el Mesías, una amenaza absoluta para su trono.
Hermano, no confundas la revelación divina, sino por el contrario, aprende a proteger la información que Dios te ha dado. Se requiere comprensión y sabiduría para navegar en el camino del Espíritu.
Poseer conocimientos en sí no traerá resultados, el solo hecho de comprender no trae resultados sobrenaturales; se necesita además aplicar de forma práctica el conocimiento mediante su comprensión y entendimiento.
Si el conocimiento fuera todo lo que se necesitara, las personas con maestrías o doctorados, todas en absoluto, tendrían empleo. Sin embargo, no todos los que tienen maestría tienen trabajo, ni todos los millonarios han ido a la universidad. De hecho, probablemente usted conozca a alguien que haya ido a la universidad, haya pagado muchos años de matrícula y aún no pueda aplicar ese conocimiento para obtener empleo. Una persona puede sin embargo, aplicar en la práctica el conocimiento obtenido e impactar en el mundo.
En la historia de Daniel, el rey que vio la escritura en la pared tenía conocimiento. Él entendió la urgencia de la situación. Sin embargo, Daniel, por el espíritu de Dios, fue el único que pudo traer entendimiento.
El conocimiento te hace sobrevivir, mientras que el entendimiento te hace prosperar.
El conocimiento llega a través del entrenamiento, mientras que el entendimiento viene por el Espíritu de Dios.
En el libro de Daniel 1: 2, vemos que el Señor permitió que las vasijas del templo de Jerusalén fueran llevados a Babilonia. Nabucodonosor usó la comprensión cuando los trajo a su propio tesoro, es decir, él comprendió la importancia de estos objetos. Lamentablemente, su hijo, Belsasar, carecía de una sabiduría similar. Tomó los vasos del Señor, los llevó a su casa y brindó por sus dioses falsos en su corte, incurriendo en la ira de Dios. Cuando el rey se familiarizó con Dios, el orgullo llenó su corazón y su corazón se corrompió. El rey era peligroso para sí mismo y para los demás dada su comprensión fallida.
El rey muy desesperado, trató de comprar el conocimiento de Daniel.
En Daniel 5:16 leemos: Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino.
Pero Daniel respondió y dijo:
Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Yo solamente leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación.
Un corazón humilde está dispuesto a aceptar la dirección de Dios. Daniel, que fácilmente podría haber aceptado cualquier recompensa, rechazó los tesoros del rey y eligió en su lugar honrar a su Dios. Daniel sabía que su provisión realmente descansaba en el Todopoderoso.
Daniel sirvió a cuatro reyes durante su vida. Este Daniel, noble, pero esclavo judío, gobernó la tierra con su entendimiento. El que comprende y entiende siempre tendrá la ventaja. Aquellos que viven consistentemente en un espíritu de excelencia son aquellos posicionados en la corte del rey.
Al igual que Daniel, debemos ser personas no solo de conocimiento sino también de entendimiento.
La comprensión crece mediante la gracia. Al permanecer diligentes, humildes y en oración, Dios agrega la gracia. No sea usted como una mula sin entendimiento. Aprenda a activar ciertos principios, a ser guiado por el Espíritu, a vivir una vida de excelencia y a buscar al Señor tanto por su conocimiento como por su entendimiento.
!Qué durante esta temporada, podamos vivir en la realeza como Daniel! Comportándonos como sacerdotes y reyes ante nuestro Dios, y podamos mantenernos apartados por nuestro entendimiento y conocimiento, para Su Gloria.
¡Señor Dios, aumenta nuestro entendimiento y ayúdanos a crecer en el conocimiento de que podemos operar con un espíritu de excelencia para Tu Gloria!