[Traducción: Inglés]
Es tan satisfactorio, sentir como cristianos, que cuando vivimos llenos de amor y de gracia por el Espíritu Santo; podemos ser partícipes de consolar, edificar y exhortar a otros que sufren.
En 1 de Corintios 14, la Biblia nos dice que deseamos ansiosamente el don de la profecía.
¿Alguna vez has batallado en tu mente sobre lo profético y desear el don de la profecía? Pero, ¿cuál es el don espiritual de la profecía?
El don espiritual de la profecía aparece entre los dones del Espíritu (1 Corintios 12:10 y Romanos 12: 6). Significa proclamar o “expresar” los propósitos de Dios.
Entonces, ¿qué es un profeta?
Un profeta es una persona que Dios usa para comunicarse con el hombre, una persona comprometida a hablar la verdad de Dios a otros.
Pero usted no necesita ser un profeta para escuchar la voz de Dios. La Palabra de Dios dice: “Mis ovejas oyen mi voz”. Eso significa que cada creyente debe ejercitar y literalmente estirar, el músculo profético.
En este texto estudiaremos 14 Claves que en realidad no traen el don de la profecía, pero son extremadamente útiles, cuando se trata de eliminar cualquier obstáculo que un profeta podría enfrentar en su caminar con Dios.
Clave 1: Pide al Señor Jesús que aumente Su gracia en tu vida
El don de profecía requiere la gracia de Dios. Dios quiere que entendamos que no hemos hecho absolutamente nada para ganar Sus dones. La Biblia nos dice en Romanos 12: 6 que “De manera que teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;…”
Necesitamos la gracia de Dios para que nuestro don de profecía fluya con el Espíritu Santo, según nuestra fe.
La gracia de Dios solamente se multiplica sobre cualquier don a medida que aumenta nuestro conocimiento en Cristo.
Lo exhorto a que pase más tiempo con Jesús y le pida que se le revele: “Lo amaré y me mostraré a él” (Juan 14:21). Es en ese momento de unidad con Jesús, que sus más íntimos pensamientos nos son revelados.
Clave 2: La profecía requiere un espíritu abierto. La distracción cierra el espíritu
Nuestro Padre siempre está tratando de comunicarse con nosotros; sin embargo, nos distraemos fácilmente por problemas, preocupaciones o incluso la tecnología actual atenta contra nuestra relación con el Señor.
No dejes que tu corazón se centre en las cosas mundanas y se enfríe hacia Papá.
“… pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y Él se vuelve infructuoso” (Mateo 13:22)
Pide la gracia de Dios para ayudarte a enfocar tu mente y tu corazón en Él, en medio del caos y de las distracciones. Mantén “las antenas espirituales” arriba para que puedas escuchar los suaves susurros del Espíritu Santo.
Intenta estar atento y abierto al Espíritu para que puedas escuchar al Señor cuando Él habla. Sólo cuando permanezcamos en el Espíritu, recibiremos la palabra de Dios, en nuestro corazón.
Clave 3: La profecía requiere la audacia que viene de saber Quién está contigo
Jesús es tanto el Cordero (mansedumbre) como el León (valentía) pero además Él vive en nosotros. Por lo tanto, la audacia del Espíritu Santo ya está en nosotros.
“Y el Espíritu del Señor vendrá sobre vosotros, y profetizaréis con ellos. Y serás convertido en otro hombre.” (1 Samuel 10: 6)
Permite a Jesús que rompa el poder del temor en tu vida y que fortalezca tu audacia espiritual. Deja que el valor surja en tu vida, así como la profecía audaz, basada en la Palabra (el Rhema) que el Señor te hable.
Clave 4: La profecía requiere conexión con el Espíritu
La profecía está muy relacionada con tu relación y compañerismo con Dios, quien sabe todo acerca de todos. Sin embargo, una profecía también necesita la cooperación de su destinatario.
El Espíritu de Dios, no entrará por la fuerza en la vida de alguien. Por lo tanto, tratar de hablar a alguien que no desea recibirte, ni recibir de Dios, es una pérdida de tiempo. Sé sensible a la asignación, no todo debe ser compartido.
Clave 5: La profecía requiere una atmósfera que acelere lo que Dios está haciendo
En 2 Reyes 3:15 la Biblia nos dice que en la música que trajo el Espíritu de Profecía sobre Eliseo, había un poder específico, que lo hizo profetizar poderosamente.
Alaba a Dios y adórale, hasta que el poderoso río de agua viva del Espíritu Santo, sea liberado y comience a fluir en ti.
Muchas personas encuentran diferencias al crear un ambiente celestial en su hogar. Encuentran lo que los despierta o empuja más profundo a la presencia de Jesús. La atmósfera celestial que se desarrolle a tu alrededor, también aumentará la capacidad para oír mejor el mensaje de Dios.
Del mismo modo, sea sensible al Espíritu para eliminar aquellas cosas que impidan una atmósfera celestial a su alrededor.
Clave 6: La profecía requiere práctica
¿Cómo sabes si tienes un mensaje de Dios? ¿Será una palabra profética para ser entregada y compartida? o sólo un pensamiento desordenado.
Para poder responder a estas preguntas, necesitamos practicar lo profético. El discernir lo que es, o no es de Dios, viene solamente con la práctica. Ejercítate en un ambiente seguro con los hermanos y hermanas que estén abiertos y dispuestos a corregirte y a animarte.
Ahora algunos de ustedes estarán en desacuerdo que no era el caso en el Antiguo Testamento cuando algunos profetas eran apedreados por equivocarse. Tienes razón y probablemente no estarías vivo para apedrear al falso profeta tampoco. Sin embargo, en el NT se nos anima a manifestar la profecía. Pero si todos se animan a obtener el don de profecía; entonces, seguramente no todas las profecías van a ser acertadas. Así que dejemos la idea de la lapidación.
Oremos y pidamos profecías al Señor. Pide que abra tus ojos y oídos espirituales para ver lo que está haciendo y escuchar lo que dice.
Si profetizas algo incorrectamente, sé honesto, acéptalo y mira en tu corazón y trata de entender por qué sucedió ese error. ¿Hubo alguna circunstancia humana que te hizo profetizar en la carne? Reconocer los errores es una oportunidad para crecer y desarrollar tu discernimiento espiritual.
¿Deseas desarrollar este don? ¡Pide al Señor una palabra al menos una vez al día!
Clave 7: La profecía crece bajo la guía del Espíritu
¿Cuáles son tus motivos para querer crecer en lo profético?
Lo profético es un don muy poderoso que puede hacerte sentir orgulloso si tu corazón no está bien guardado en Cristo Jesús. Arrepiéntete enseguida, si aparecen rasgos de orgullo. Sólo Dios es Omnisciente, así que no te hagas igual a Lucifer. El orgullo endurecerá tu corazón y dificultará tu capacidad para escuchar claramente a Dios.
Guarda tu corazón del deseo de realizarte. Lo profético no es acerca del Profeta. Se trata del deseo de Dios para Su pueblo; un Profeta es sólo un vaso elegido para llevar la Palabra del Padre a aquellos a quienes ama.
Intenta estar abierto a la corrección, orientación y escrutinio. Sé sumiso, comparte regularmente con tus líderes lo que Dios está haciendo en tu vida, y sé responsable para que el don pueda crecer.
Clave 8: La profecía requiere intimidad con el Espíritu
Los dones de Dios son la manifestación del Espíritu Santo en tu vida. Para que tu don profético fluya libremente, debes crecer en tu intimidad con el Espíritu Santo.
Sé sensible al Espíritu Santo. Ten esos momentos especiales juntos donde seas genuino y abierto con Papá para recibir Su consuelo.
Permanece conectado para cuando el Señor quiera hablar, que tu espíritu esté disponible para escuchar y entregar. Dios necesita un vaso fresco para entregar su Palabra al pueblo. ¿Serás esa vasija?
Clave 9: La profecía requiere perfilarse
Afile su don persiguiendo a Aquel que da las profecías. Reconoce a Dios como amigo.
Pídele que te hable con voz audible. Mantén la punta de la espada de la Palabra permaneciendo a los ojos de Dios.
Un corazón para oír, y la humildad de obedecer te ayudarán a crecer en el don profético.
Clave 10: La profecía requiere oración
La oración es nuestro tiempo íntimo con el Padre. Cuanto menos ore, menos claridad y audacia tendrá en su comunicación con el Señor.
Ore con un corazón ferviente para que Dios le revele a su corazón. Ore de acuerdo con Su Santa Palabra. ¡La oración del justo puede mucho!
Clave 11: La profecía requiere humildad
El deseo de profetizar según el corazón de Dios es bueno, pero el deseo de tener un título de profeta no es bueno. De hecho, el deseo por cualquier título o posición no es un deseo saludable. ¿Recuerdas Mateo 20: 26-27? El más grande de todos es el siervo.
No digas a todos que tienes ese don. Es por tus frutos que la gente sabrá quién eres en Cristo. Realiza tu misión sin pretensiones de reconocimiento, esto fácilmente abre las puertas al enemigo.
Pide revelación al Señor con humildad y reverencia por Su Palabra. Mantener una actitud de humildad empujará tu don de profecía a un nivel más profundo.
Clave 12: La profecía requiere la protección de la zona profética
La soledad es un precio que hay que pagar para llegar a donde Dios quiere que vayas. La vida de Moisés como líder era extremadamente solitaria, pero Dios le ofreció su amistad y hablaron cara a cara.
Habrá momentos en que parecerá que estás solo, pero por causa de Dios no caminarás solo. Mantente rodeado de gente que entienda tu llamado y te apoye en este camino.
Recuerda, el Espíritu Santo es tu mejor amigo.
Clave 13: El profeta necesita tocar a la puerta
En 1 Pedro 1: 10-11, la Biblia enseña a los profetas a buscar e investigar diligentemente acerca de la Palabra de Dios: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba que el Espíritu de Cristo estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”
Si usted desea ser realmente profeta de Dios debe cavar profundo, buscar atentamente, con el mayor cuidado en los asuntos de Dios. Averigüe más sobre el tiempo y más sobre las circunstancias. Más es la clave. Toque y toque a la puerta, importune al Señor y Él le declarará cómo hacer.
Clave 14: La profecía requiere fe
La fe es la confianza en Dios. ¿Cuánto confías en Dios? Esta respuesta determinará cuánto puedes profetizar. La profecía se acelera según tu medida de fe. Cuanto mayor es la fe, mayor es la capacidad de entrar en detalles sobre lo profético.
Al igual que los profetas del Antiguo Testamento que entregaron el mensaje de salvación por gracia a través de Jesús, no siempre comprendemos plenamente el significado de los mensajes de Dios a su pueblo. Pero debemos tener fe en Dios para profetizar los mensajes que Él nos da, aunque no entendamos su significado.
5 Consejos prácticos para acelerar el don de la profecía
1. Orar en el espíritu. Si posees el don de hablar en lenguas, habla todos los días, al menos, una hora.
2. El don de la profecía es acelerado por la imposición de manos por tu autoridad espiritual.
3. El don de profecía se acelera con el ayuno.
4. La profecía se acelera con la revelación. Hoy, Dios está aumentando tu conocimiento. Que este se convierta en revelación, meditando en Su Palabra y en los puntos desarrollados en este blog, hasta que se conviertan en parte de ustedes.
5. El don de profecía se acelera en una nueva temporada. Que el Señor provea una temporada de aceleración Divina, que te permita tener un encuentro con Dios, para que te lance victorioso, a Sus propósitos.
¡Qué Dios le bendiga en este día!