[Traducción: Inglés]
Estimados amigos, tenemos algo muy emocionante para todos nuestros suscriptores en las próximas semanas. Estoy muy contento de presentarles a nuestros socios y amigos, a mi hijo en el Señor, Francesco Pagnotta. Él es un joven cuyo encuentro con Jesús ha hecho que cambie todo en su vida por lo que desea compartir todas las experiencias vividas, sin reservas, sobre lo que ha aprendido de su nuevo viaje precioso en Cristo. Estoy seguro de que esta serie no sólo le bendecirá a usted, sino también a todos sus amigos con quienes comparta estos mensajes. Bendiciones, Shyju.
Francesco Pagnotta y su nueva vida en Cristo:
Siempre me preocuparon en mi vida las relaciones y la comunicación que establecía con las personas a mi alrededor. Después de reflexionar sobre conversaciones pasadas con amigos, muchas veces me ponía a pensar, ¿Por qué yo diría eso? ¿Qué me obligó a abrir mi boca tan grande y decir tal cosa? ¿Se supone que debía decir eso? ¿Qué pensarán de mí? ¿Estoy molesto por ello?
Estaba absorto en lo que los demás pensaran de mí, me preocupaba la imagen que manifestara ante ellos, porque no pensaba hasta el momento, nada bien sobre mí.
Desafortunadamente, la baja autoestima y la inseguridad son parte de la naturaleza de este mundo roto en el que hemos nacido. Esa semilla negativa se planta en nuestras mentes, a través de todo a cuanto estamos expuestos, ya se trate de expectativas sociales inalcanzables, duras palabras pronunciadas por amigos o familiares, eventos traumáticos, u otros esquemas del enemigo que; sin saberlo, e incluso a sabiendas, nos mantienen atrapados. Por tanto, esas circunstancias dejan heridas profundas en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Esas heridas afectan a diario en la forma en que nos tratamos a nosotros y a quienes nos rodean.
Pero ¿qué pasa con la inseguridad? ¿Cuál es la raíz?
El Señor Jesús me fue guiando hacia la necesidad de cambiar y de buscar sabiduría en la Biblia, por lo que comencé a escudriñar en el libro de los Proverbios, cuyo autor es el rey Salomón, quien fue uno de los hombres más sabios que haya tenido la humanidad. De esta manera, comencé a analizar y a meditar cada uno de los motivos, detrás de cada una de mis acciones; y lo más importante, mis pensamientos y las palabras que encerraban cada uno de mis mensajes. ¡Terminé notando algunos patrones en mi forma de hablar que se salían de control!
Por lo que el Señor me hizo ver, que muchas veces, me gustaba dejar escapar información, que en realidad las personas no necesitan saber; o responder a preguntas que nadie hizo y hasta expresar mi opinión en conversaciones que no la necesitaban.
¡Siempre tenía que decir algo! Realmente nunca escuchaba, solo me limitaba a esperar mi próxima oportunidad de hablar.
Proverbios 18: 2 “Un tonto no se complace en la comprensión, sino sólo en expresar su opinión (ESV).”
Sin saberlo, pude darme cuenta, de que estaba jugando al tonto. El Espíritu Santo me convenció y me reveló que yo carecía de sabiduría. En la búsqueda de la sabiduría me di cuenta de que mi inseguridad surgió de una necesidad de aprobación.
De una forma u otra si usted hubiera estado relativamente cerca de mí, me hubiera notado, escuchado, y como era de esperar: ¡me diría lo que yo quería y necesitaba oír!
UNA PALABRA DE ALIENTO.
Antes de continuar me parece necesario dirigirme a la importancia del estímulo. En mi opinión, animar a otros debe ser la tarea de todo cristiano. Como un cuerpo, una familia unida y lavada en la sangre de Jesús, es absolutamente necesario estar allí para elevar, apoyar y reforzar entre sí a los demás que estén cruzando por un mal momento. Necesitamos recordarnos entre sí de manera consciente y continua nuestra herencia en Cristo, nuestra inclusión en el Reino, y nuestro valor ante los ojos de Dios.
Sin saberlo y lo que era más importante, cuando interactuaba con mi familia espiritual, yo tontamente abusaba de mi poder de acceso a sus vidas. Yo tomaba ventaja de la disposición de la gente, para escuchar su información personal, aprovecharme de su tiempo, de su amabilidad y de su amor por mí, en un intento de llenar un vacío que sólo Dios puede llenar.
¿SABES QUIÉN ERES?
Realmente necesitamos establecer fuertes relaciones con nuestros hermanos y hermanas en Cristo, ser solidarios entre sí. Pero sepa que la desesperación por ser notado por ellos, ya sea consciente o inconsciente, significa que no hemos entrado profundamente en nuestra identidad con Cristo.
Oro para que en la lectura de los siguientes posts usted pueda ir conmigo en un viaje hacia la sabiduría, la verdad y el descubrimiento. Identifíquese o identifique a quienes le rodean si caen en estos patrones de búsqueda de aprobación, y trabajen para animarse a sí mismo y a otros mediante la Palabra de Dios.
Los siguientes cuatro post presentarán diferentes tipos de personas en su búsqueda de aprobación, a quienes conocí en mis interacciones con los demás:
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No puedo esperar más para compartir el siguiente mensaje: “¿Por qué intento pescar cumplidos? ¿Cómo entender a quienes lloran lástima? Parte 2/5”