¡Bienvenidos, lectores, a una emocionante serie para el Cuerpo de Cristo! Al aferrarnos a nuestra Palabra del Señor en 2021, “ARRAIGADOS” consideremos esta poderosa serie sobre la investigación del alma. ¡Prepárate para que tu vida cambie!
¿Alguna vez te has preguntado, querido amigo, por qué el Señor se llama el Amante de tu Alma?
¿Por qué es tan importante el alma que el Señor mismo nos ama aquí?
Cuando fuimos concebidos, nuestro cuerpo se formó en el vientre de nuestra madre. En esa concepción, nuestro alma fue creada por el Señor, una pizarra limpia de listo para ser escrita. La mayoría de nosotros entendemos cómo el cuerpo humano crece, se desarrolla y envejece. De hecho, marcamos el crecimiento de los bebés por meses, los niños por años y los adultos por décadas. Sin embargo, ¿cómo se desarrolla el alma? ¿Cómo marcamos su crecimiento en el reino de Dios?
Amigo, nuestra alma está informada por nuestros cinco sentidos, que actúa como una autopista de información; lo que vemos, las palabras y los sonidos que escuchamos, las cosas que probamos, tocamos y olemos, estos insumos están constantemente inundando nuestra alma con información. Para que un creyente tenga dominio en la tierra, uno debe identificar las mentiras, discernir la información sensorial y mantener la salud en el alma, para que nuestro espíritu pueda ser empoderado para conducir.
Alerta destripe: Cuando nuestra alma no está alineada, está subdesarrollada, herida e inmadura, interrumpirá el destino de un creyente; emociones negativas, tentaciones, pensamientos y acciones, principalmente guiados por el alma, pueden abortar nuestro destino.
Amado, nuestro espíritu está diseñado para conectar con el Espíritu de Dios para llevar nuestra vida, pero primero,
¡Debemos asegurarnos de que nuestra alma esté en reposo ante el Señor!
¡No podemos dejar que la amargura, las heridas, los miedos y las dudas distorsionen la Voz de Dios en nuestra vida! ¡Que el Señor traiga equilibrio a nuestra vida y sane nuestra alma, para que nuestro espíritu sea liberado para guiarse como guiado por el Espíritu Santo!
A medida que aplicamos estas verdades, ¡que nos elevemos como creyentes sanos para esta temporada de tiempo final!